viernes, 30 de septiembre de 2011

Espejito, espejito mágico


Introdujo de nuevo sus dedos en la boca provocándose otra arcada. Su pecho se contrajo y por un momento le faltó el aire. Nada. Estaba segura de que aquella manzana seguía dentro de su estomago, podía sentirla. Tomó aire y esta vez la arcada vino sola, el líquido abrasó su garganta. Se limpió la comisura de los labios con el dorso de la mano y sonrió al ver por fin algo de suciedad en el agua. Recogió su pelo detrás de las orejas y con renovada entereza se apoyó en el borde del váter. Estaba segura de que cuando vomitara toda esa sangre, la fruta saldría detrás. 

jueves, 29 de septiembre de 2011

Sor Tija


“Por caridad cristiana”, había dicho la monja. A falta de cura que se comprometiera a hacer las veces de maestro, ella misma se había ofrecido a impartir las clases y mostrar las excelencias de la palabra de Dios, y vaya que si impartía y repartía a diestro y siniestro con el enorme yunque que se engarzaba en su anillo. Los golpes de fe caían sobre nuestros cráneos invitándonos a la reflexión y el rezo a la menor oportunidad y, con cada golpe, hundía más y más la poca esperanza de salvación que nos quedaba.
Hoy nos hemos enterado de que recogiendo patatas en el huerto del convento, otra monja, accidentalmente, le ha sesgado varios dedos de una de sus manos con una azada.
Así que, viendo nuestras plegarias cumplidas, le damos gracias al Señor.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Treinta y ocho años de parto


En la cocina retumban los suspiros de Fátima.
El gato observa distraído como la mujer se arranca de las mejillas abundantes lágrimas con el dorso de la mano.
En el otro lado de la casa descansa plácidamente su hijo Javier que, lejos de marcharse, cada vez pasa más tiempo en su habitación. Las deudas de juego y sus costosos vicios pesan como una losa sobre los viejos hombros cansados de la anciana. Ya nada de valor queda para sacarle de sus líos. El televisor y algunas pequeñas joyas que quedaban escondidas desaparecieron hace semanas sin explicación alguna y Fátima no pierde de vista al gato desde que pilló hace un par de días a su hijo luchando con el animal mientras trataba de meterlo en una caja. Eso no lo va a consentir. Suelta el cuchillo con el que estaba cortando la cebolla y coge otro de mayor tamaño. Se encamina decidida en la dirección de la que provienen los ronquidos. Ya va siendo hora de tomar aire y empujar para afuera, de cortar el cordón, de ver si es capaz de valerse por sí mismo.  

martes, 27 de septiembre de 2011

Reencarnación


Desde que volvió de su viaje por la India, la adinerada viuda Tía Berta no dejó de sonreír hasta el mismo día de su muerte. Blindó toda su fortuna en la caja fuerte de un banco a la que sólo podría accederse con una clave que se llevó en secreto a la tumba.
Cuando llegaron al cementerio, todos quedaron asombrados con la inscripción que ordenó tallar para su lápida la fallecida, confirmando a los enfurecidos familiares que la demencia se hizo con ella.

BERTA PRORU SETIZ
1942-2011
“VUELVO ENSEGUIDA”

lunes, 26 de septiembre de 2011

Otra historia más de zombis

Hace días que se terminaron las últimas reservas de agua y comida. Su única salvación reside en alcanzar a la carrera el centro comercial que se encuentra a medio kilómetro de distancia. No tienen armas y son muchos los muertos que deambulan por las calles.
Por quien más temen es por Juan “el administrativo”, cuarentón y con ciento veinte kilos de grasienta corpulencia.
En un momento de menor tránsito de muertos por el exterior, y de acuerdo con el plan trazado, salen de la casa y echan a correr calle abajo.
Un bufido les persigue, un resuello mezcla de caballo y tractor, al mirar hacia atrás ven que Juan, si bien avanza con torpes zancadas, mantiene el ritmo sin descolgarse del grupo. Los compañeros se miran entre sí sorprendidos por la resistencia del gordo. Los zombis cada vez están más cerca. Desesperados ante la proximidad de la horda frenan en seco y propinan una lluvia de puñetazos y patadas al oficinista hasta dejarlo tendido en el suelo.
Ya en la seguridad del centro comercial, se abrazan felices por lo bien que había salido todo. Lamentan la pérdida de Juan, sí, pero todos sabían desde el principio que no lo conseguiría.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Librepensador


-En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo...
Alex eleva su mano.
-¿Si, Alejandro? -autoriza el cura.
-¿El Espíritu Santo es una paloma?
-Simbólicamente, sí. La Biblia está llena de interpretaciones de este tipo.
El niño posa pensativo su dedo índice sobre los labios mientras su mente vuela a toda velocidad.
Levanta el brazo interrumpiendo la clase de nuevo.
-¿Qué pasa ahora jovencito?
-Entonces, el ángel del Belén, ¿representa a la cigüeña que fue desde París a entregar al niño Jesús? Y Adán y Eva, ¿son los mismos monos de los que habla mi profesor de ciencias?

(microrrelato ganador de la XXII Edición del Concurso de Microrrelatos de Bubok)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Los niños del mañana


Cuando Hansel y Gretel alcanzaron la casita de caramelo pasaron de largo. El niño buscaba un lugar en el que poder recargar la batería de su videoconsola, y su hermana, simplemente ya se veía lo suficientemente gorda.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La mujer del escritor


¿Te atreves a preguntarme dónde has estado?
Ayer sin ir más lejos habrías salvado a un grupo de ballenas si no fuera por aquel barco cargado de piratas al que tuviste que enfrentarte armada con una pistola de agua y el más escueto de tus bikinis. Mañana, tal vez mates a un vecino por algún estúpido motivo deshaciéndote de su cadáver con aquel robot de cocina que tenías olvidado en el desván; pero que con tanto ahínco me suplicaste que te comprara. Prepararás complejas recetas y todos sabrán que no escatimas en recursos cuando llegues cargada de tapers al comedor social. Hoy tengo algo especial preparado para ti: dejaré que decidas quién o qué serás y en que lugar se desarrollará la historia. Yo permaneceré aquí plantado frente al teclado, esperando a que vuelvas del viaje en microrrelato.
¿Entiendes ahora que me ría cuando aseguras que no te saco de casa?

martes, 20 de septiembre de 2011

El árbol genealógico de los Pérez

Laura, la pequeña, se mece empujada por el viento en el columpio instalado en la rama.
Carlos, el mediano, con medio cuerpo colgando por cada lado del neumático, oscila en errático movimiento rozando con sus dedos las raíces que emergen de la tierra.
Rodrigo, el mayor, reposa inerte en la casa de madera construida en la copa, y de la que sólo sus pies asoman por la entrada.
Begoña, la madre, yace tumbada sobre la hierba a la sombra que ofrece el árbol.
Ernesto, el padre, se balancea de un lado a otro suspendido en el aire, sujeto por la cuerda que une su cuello al roble.


(microrrelato seleccionado junto con muchos otros para acompañar la ilustración de Juanlu)

lunes, 19 de septiembre de 2011

Un gato cualquiera


Harto de hacer lo que debo, de rebuscar entre la basura, de perseguir ratones por el parque y de intentar dar caza a las sombras de algún callejón, he decidido apoderarme del tejado del edificio más alto de mi mundo.
Este lugar es perfecto para llevar a cabo la misión que me he propuesto.
En la calle, todos caminan seguros de que con sus aburridos silencios mantienen a salvo sus secretos. Voy a arrancar una teja de las que andan sueltas, empujarla suavemente hasta el borde para después dejarla caer al vacío. Así tal vez las cosas se pongan más emocionantes ahí abajo.

Continuará...