martes, 27 de septiembre de 2011

Reencarnación


Desde que volvió de su viaje por la India, la adinerada viuda Tía Berta no dejó de sonreír hasta el mismo día de su muerte. Blindó toda su fortuna en la caja fuerte de un banco a la que sólo podría accederse con una clave que se llevó en secreto a la tumba.
Cuando llegaron al cementerio, todos quedaron asombrados con la inscripción que ordenó tallar para su lápida la fallecida, confirmando a los enfurecidos familiares que la demencia se hizo con ella.

BERTA PRORU SETIZ
1942-2011
“VUELVO ENSEGUIDA”

4 comentarios:

Rosa dijo...

La tía Berta no estaba demente, no. Solo iba a reencarnarse, jeje. Muy lista.

Besos desde el aire

Juanlu (Luiyi) dijo...

jejejje...en ocasiones es lo que hay que hacer...

Un abrazo!

montse dijo...

¿De dónde habrá salido esta costilla? Buen juego de apellidos.

Elysa dijo...

Aparte de creer en la reencarnación la tía Berta se gastaba un poquito de "mala baba" ¿no?, jajaja


Divertido

Besitos